EVOCANDO A ROLANDO

Corría 1972. ¡Hace más de treinta y cinco años!
Rolando Rivas se había convertido en un símbolo de Buenos Aires como el tango o los cines de la calle Corrientes, y la cita impostergable de los martes a la noche era ya una costumbre bien nuestra que nos reunía delante de la televisión. Hacíamos buena letra para que papá y mamá nos dejara quedarnos, aunque sea un poquito, los martes después de las 22, porque al día siguiente había que levantarse temprano para ir al colegio.
¿Quién no sufrió alguna vez ante las desencuentros de Rolando y Mónica? ¿Quién no quedó expectante cuando la voz del recordado Julio César Barton decía: “La próxima semana a la hora de nuestra cita habitual….” ?
La imagen de Rolando se apropio para siempre del corazón de los argentinos y por eso no envejece nunca como Gardel, a veces vuelve a pesar de los años transcurridos. Regresa manejando su “taxi libre” por las calles de Buenos Aires que ya lo añoraban, como el año pasado por el canal VOLVER. Y allí está Rolando: siempre en blanco y negro, con su melena y su eterna campera de cuero negro, con esa semi sonrisa melancólica en los labios con un pucho a medio prender…